la esquina de la naranja

¿Hasta cuando?, abro el tema con una pregunta por la siguiente razón, el constante mal obrar de la tan famosa corporación santo Tomás, que en su afán expansionista aprovecha la precaria situación económica por la que pasaba el colegio Inmaculada Concepción de Curicó y lo adquiere para insertar su modelo educativo en esta, nuestra ciudad.

La critica no es precisamente contra el sistema económico neoliberal, culpable quizás por hacer que todo tenga su equivalente en dinero, ignorando la calidad humana, social y educativa inspirada en la obra de la Madre Paulina que se enseñaba en las añosas y acogedoras dependencias de este ya casi extinto colegio, dejándolo a la deriva y sin otra alternativa que ofrecerse al mejor postor que el mercado ofrezca siendo en este caso la corporación antes mencionada, justificando su inversión en la búsqueda de iconos de tradición para insertar su modelo educativo, lo cual no sería del todo negativo, pues en parte, apuntaría su estrategia a mantener un icono de la cultura local, un hito de referencia para los ciudadanos, una institución con una larga e histórica carrera educativa nutrida y revestida además con una enorme calidez y camaradería entre profesores y alumnos.

Pero santo Tomás no vio eso, santo tomas no entendió el concepto de “familia Inmaculada”, tampoco vio a profesores de excelente trayectoria académica y simplemente obra como lo hace un avaro gigante, despide sin mirar personas, y los reemplaza con profesores que aun siquiera comienzan a acostumbrarse a ese titulo profesional, pues acaban casi de egresar, con experiencia suficiente como para apenas enseñar a atarse los cordones, y por si fuera poco, alteran el nombre de la institución, como estrategia quizás para hacer menos doloroso el pisar y destruir un nombre tan insigne como aquel, para terminar definitivamente reemplazándolo por el de su tan afamada institución, derrumbando el nombre, el uniforme, su estructura administrativa, su historia ¡todo lo que significa la Inmaculada!, incluso desalojar el establecimiento para instalar ahí su centro de formación técnica o Universidad, depredando y aplastando su trayectoria y tradición....

¿en que piensan señores de santo Tomás?, ¿acaso no entienden el significado de ese colegio para la comunidad e historia de nuestra ciudad?, ¿qué tan difícil es mantener la tradición inmaculada?,¿qué tan complicado es mantener los estandartes, uniforme y pasado que representa ese colegio?, ¿qué pasara con los ex alumnos que quieran saber de su colegio y al ir a visitar a un profesor amigo se encuentren con la desgracia de que el tan querido y añoso edificio fue reemplazado (al menos en identidad) por otra institución, y que ni el profesor amigo está ahí para recibirlo?

Si bien el daño a la historia y la comunidad ya es grande, no tiene porque extenderse aún más....

De verdad, ¿en que piensan los de santo tomás?