Saturday, July 01, 2006

¿quien es el tonto?




Es muy frecuente oír la expresión “la felicidad es de los tontos”, “solo los tontos son felices” o también “la risa abunda en la boca de los tontos”, pero a esto hay que agregar que la frase no es discriminatoria, ni agresiva por lo demás, sólo está impregnada de un leve tinte de envidia, siendo plantado este (el tinte) por aquellos que citan la sentencia mencionada. Por lo general (por no afirmar que se trata de la totalidad de los casos), las personas que pronuncian este dicho dicen ser inteligentes (o por lo menos, más inteligentes que aquellos que son felices, según los mismos) y de manera implícita celosos de “los felices”, puesto que si no les importara el asunto “de la felicidad” no lo citarían cada vez que ven a alguien disfrutar un momento “insignificante” ante los ojos del “inteligente”, pero ¿qué es lo que hace a un momento, insignificante?, quizás aparezca como ridículo frente a la “profunda” mente de nuestro amigo el “inteligente”, que considera que el momento, instancia u objeto disfrutado por el otro sujeto es bastante pobre en “racionalidad”, escaso de lógica, carente de sentido, en resumidas cuentas, una situación atestada de idiotez, una necedad que EL jamas podrá llegar a disfrutar y que, de manera muy disimulada, lo desea

Pero es su eterno cuestionamiento el que le impide, le inhibe la libido, las endorfinas y cualquier hormona, compuesto y químico que nos permite reír, disfrutar, gozar de una situación “carente de sentido” (por favor, no entiendan esto como una invitación al hedonismo, epicureísmo, sibaritismo o cualquier corriente que represente una forma de vida absolutamente ligada a los placeres) en el fondo “dejar un rato los sesos en agua” es la idea principal, no se debería gastar una vida en solamente (o la mayoría del tiempo) pensar, racionar, juzgar y analizar, la sensatez es un instrumento, no una déspota controladora, ¡es ahí donde radica la inteligencia!, en saber disfrutar los momentos, y saber razonar a su debido tiempo, en el equilibrio (todo exceso es malo decía mi abuelo), en el saber “cuando es cuando”

Respecto de la felicidad, esta no se encuentra ni se busca, porque si a buscarla nos dedicáramos, perderíamos la vida en encontrarla. La felicidad está ahí, en lo pequeño, insignificante, ilógico, espontaneo y carente de sentido

Por lo tanto, la felicidad no solo a los tontos pertenece, y tampoco son tontos los que disfrutan, solamente son tontos aquellos que no saben como disfrutar, vivir y razonar, y pierden su tiempo buscando “y comprando felicidad” son esos los verdaderos tontos, aquellos que no balancean estos tres conceptos y que no saben que hay cosas en la vida que no se deben forzar, obligar y exhortar, solo llegan, y a su debido tiempo nada más


(sin apuro, no hay demora me dije un día)


</